Junio 2025
"A veces quiero hacerme daño... acabar con mi vida. Lo que me mantiene viva, lo que me impide rendirme, son mis hijos", comparte R., una mujer desplazada internamente de 35 años en Haití que sobrevivió a una violación y agresión sexual por parte de miembros de bandas armadas. Para proteger su identidad, la llamamos R., una práctica que se usa a lo largo de este artículo para respetar la privacidad de las sobrevivientes.
Desde marzo de 2024, la escalada de violencia armada en el área metropolitana de Puerto Príncipe, Haití, ha estado acompañada de un aumento en la violencia de género (VBG), que afecta principalmente a mujeres y niñas. Según el subgrupo de VBG en Haití, liderado por el Ministerio para la Condición Femenina y los Derechos de las Mujeres (MCFDF) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), se reportaron casi 6.500 casos de VBG en 2024, con 1.250 casos adicionales registrados en enero y febrero de 2025. Más del 60% de estos casos involucran violencia sexual, a menudo relacionada con el desplazamiento forzado. Los trabajadores humanitarios creen que estas cifras probablemente están subestimadas debido al miedo, el estigma y el acceso limitado a servicios.
En respuesta a esta emergencia, la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) trabaja en estrecha colaboración con el Ministerio de Salud Pública y Población de Haití (MSPP) y socios locales para atender las necesidades urgentes de salud de las sobrevivientes, asegurando el acceso a atención médica y apoyo psicosocial.
El apoyo psicosocial en el centro de la respuesta
Para abordar el impacto emocional de la VBG, la OPS/OMS, con apoyo financiero del Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencias (CERF) de las Naciones Unidas y de la Dirección General de Protección Civil y Operaciones de Ayuda Humanitaria Europeas (DG ECHO), ha fortalecido los servicios médicos y psicosociales en los sitios para personas desplazadas internamente (PDI).
Once psicólogos y once trabajadores sociales han sido capacitados y desplegados para brindar consejería, apoyo psicosocial y derivaciones a centros de salud. Coordinados por las autoridades sanitarias locales, estos equipos crean espacios seguros para las sobrevivientes en un contexto donde el miedo y el estigma siguen silenciando a demasiadas mujeres.
"Fui víctima de algo que varias personas me hicieron sin mi consentimiento", explica F., otra sobreviviente de 34 años. "Pensé en suicidarme porque no quería que lo que viví se convirtiera en una deshonra para mí o para mis hijos."
Organizaciones locales de mujeres como Kay Fanm, SOFA y Fondation TOYA se han movilizado como socias implementadoras para reforzar esta acción comunitaria. Arraigadas en las comunidades, estas organizaciones generan confianza, identifican casos y acompañan a sobrevivientes como F. en un proceso de recuperación a menudo largo y complejo. "Los pensamientos suicidas no me abandonaban. Pero cuando fui a TOYA, recibí un apoyo real. Gracias a su ayuda, volví a encontrar un destello de esperanza", añade F.
Fortalecer la respuesta a la violencia en los centros de salud
La violencia sexual deja cicatrices físicas y psicológicas profundas, por lo que el acceso a atención médica de calidad es crucial. La OPS/OMS ha equipado nueve centros de salud con herramientas especializadas para tratar a las sobrevivientes de manera efectiva: kits para atención de violaciones, mesas ginecológicas, instrumentos estériles y medicamentos esenciales. Además, 50 trabajadores de la salud han sido capacitados o recapacitados en protocolos sensibles al género, como la provisión de profilaxis postexposición contra el VIH, para garantizar una atención clínica y psicosocial compasiva y de alta calidad.
"No podemos cerrar los ojos ante esta crisis", declaró el doctor Oscar Barreneche, Representante de la OPS/OMS en Haití. "Es nuestro deber colectivo apoyar a las sobrevivientes, fortalecer la capacidad de las instituciones de salud y asegurar que toda mujer y niña que haya sufrido violencia tenga acceso a una atención de calidad, con respeto y dignidad," afirmó.
Al combinar apoyo psicosocial, atención médica y esfuerzos impulsados por la comunidad, la OPS/OMS y sus socios están ayudando a las sobrevivientes de Haití a recuperar la esperanza y reconstruir sus vidas.